Con S de Sastrería

Cortefiel Sastrería

La sastrería renovada: las claves de cómo reinterpretar el traje masculino

Sastrería, sustantivo, femenino. Establecimiento en el que se confeccionan, arreglan o venden prendas de vestir de caballero y, ocasionalmente, de señora. Oficio de sastre. Cortefiel fue la primera empresa de moda que democratizó la fabricación de trajes y a lo largo de los años ha reinterpretado la sastrería de mil maneras, aportando innovación y, sobre todo, moda al traje masculino y la camisa.

¿Quién dijo que un traje no admite interpretación e innovación? Si pensamos en la sastrería, enseguida nos viene a la mente la imagen de un sastre que confecciona a medida prendas de vestir, generalmente, masculinas. La sastrería evoca el hacer artesano, la tradición, el cuidado minucioso, pero también el estilo y, por supuesto, la elegancia. Desde sus comienzos, Cortefiel ha apostado por poner su foco en crear moda y prendas que ofrezcan confort, movimiento e innovación en tejidos, y el traje fue la primera propuesta de la marca que siguió esa particular hoja de ruta.

 ‘El placer de vestir bien’ empezó por la confección de trajes masculinos incluso antes de que Cortefiel tuviera el nombre por el que todos conocemos la marca. La historia de ese mítico conjunto masculino interpretado por Cortefiel empezó a gestarse en los años 30 y destacó por ser una de las más longevas a la vez que revolucionarias…Cortefiel fue el primero en España en fabricar los trajes y las camisas a escala industrial, conservando la máxima calidad y perfección del corte de ambas prendas. Democratizar la moda con la industrialización del traje fue, una vez más, la seña de identidad de Cortefiel que, ante todo, se preocupó siempre por acercar el estilo y la elegancia al gran público.

La radiografía del traje: del estilo Gran Gatsby al impecable corte ejecutivo

De ayer a hoy de Cortefiel es sinónimo de 75 años de diseñar, crear y confeccionar prendas que se adapten a las necesidades y estilo de vida de sus clientes. El traje y su uso ha cambiado mucho a lo largo de estos años, evolucionando desde el corte más clásico con superposiciones y chalecos al puro estilo del Gran Gatsby, pasando por cortes más modernos que permitiesen un mayor confort y movimiento, corbatas como complemento imprescindible, hasta líneas totalmente renovadas en clave más casual.

Los trajes fueron grandes protagonistas de las campañas de publicidad de Cortefiel

Así, si en los años 20 reinaban los trajes de tres piezas, acompañadas de un chaleco y con talle corto del pantalón que dejaba mostrar los calcetines al puro estilo de gánsteres americanos, la década de los 30 estuvo marcada por las tendencias impulsadas por las primeras estrellas del cine como Fred Astaire que bailaba con un traje de corte más estrecho.

La siguiente época, los años 40, coincidiendo con plena segunda guerra mundial en Europa y los años de la cultura de jazz en Estados Unidos, trajo tendencias dispares de trajes más dandis y otros menos formales. Todo ello para que en los 50, el traje viviese el gran boom de influencia italiana con un corte más ceñido que dejaba al margen las hombreras y grandes solapas.

Esa tendencia de corte más ajustado permaneció durante los años 60 y 70, destacando además por la aparición de corbatas más estrechas, hasta que volviera el estilo más clásico y depurado en los 80. En aquellos años y prácticamente hasta finales de los 90 el traje vivió su particular época dorada convirtiéndose en el símbolo del status económico y dominando los entornos corporativos y financieros.

Desde la mitad de los años 80 el traje encarnaba prestigio y elegancia masculinos


Cuando tú pones las normas

De la misma forma que la sastrería se fue quitando poco a poco las ataduras y cierto formalismo que siempre ha caracterizado el traje masculino, Cortefiel ha ido renovando y reinterpretando el corte, estrechando o ensanchando los volúmenes, modificando las solapas, poniendo y quitando las hombreras o reduciendo y aumentando el número de botones.

Hoy en día, la sastrería sigue siendo una opción de vestir muy democratizada si bien la preferencia por el traje está dividida por los que se decantan por mantener las normas de estilo inalterable y los que apuestan por un toque más moderno. ‘Tu estilo, tus normas’ es el lema de Cortefiel que quiere inspirar y mostrar todas las opciones disponibles para todas las necesidades, desde el corte slim para el hombre más contemporáneo, el tailored para un mayor confort y movimiento hasta el corte classic para los que creen en el poder de los clásicos. Versatilidad máxima a la orden de los gustos y estilos, siempre.


La camisa: de la sombra del traje a la prenda rey del armario

Aunque en un principio la camisa vivió a la sombra del traje, siendo su compañera discreta y siempre en segundo plano, hoy es el básico indiscutible del armario masculino y no se puede olvidar cuando hablamos de sastrería. Además, junto con la confección del traje, Cortefiel lleva también toda su vida diseñando y creando camisas. En sus orígenes bajo la marca ‘La Palma’ que conquistó al público masculino en los años 30 con prendas de innovadora fabricación industrial de máxima calidad hasta hoy en día con una gran variedad de camisas que, ante todo, destacan por la incorporación de tejidos innovadores y sostenibles, como el non iron.

No cabe duda que la camisa se ha adaptado a la evolución de los tiempos e integrado nuevas características y tecnologías. Definida como la pieza que más impacta la imagen personal y de mayor ‘contenido emocional’ por estar en contacto con la piel, la camisa de Cortefiel cuenta con una gran versatilidad de estilos: sport, casual, corte clásico, slim fit…el abanico de opciones es inmenso y gracias a esa versatilidad la camisa de Cortefiel y Pedro del Hierro cuenta con innumerables adeptos e infinitas combinaciones de looks desde traje, vaqueros y sneakers, pantalón chino o americana más informal.